Jose “Pupa” Raymundo 08/29/1939 – 10/29/2024 Jose “Pupa” Raymundo beloved husband, father, grandfather, great grandfather, uncle, brother, and friend passed peacefully surrounded by all of those who loved him. He and his siblings were raised by a single mother. He grew up in Mexico City, with only a 3rd grade education and started working at the age of ten to contribute to his family. His entire life direction changed when he met Maria Guadalupe Sanchez, “Muma” in 1952. While delivering pressed clothes to an affluent home, Muma who was the maid, opened the door to his heart and became the love of his life for over 70 years. Married in 1956, this year they celebrated 68 years of marriage with the love of their entire family. Pupa was truly a family and diligent man often putting in 12 to 16 hour shifts six days a week to put food on the table for his immediate and extended family. In 1968, recognizing that his long hours were not enough to raise his family, he decided to migrate to Chicago. With only $56.00 dollars, which he borrowed, he made his voyage. Not knowing what to expect, Pupa relied on faith and the unconditional love and support of his family to travel North. Along his journey Pupa was aided by many angels, starting in Mexico City, with a gentleman (Mario). This angel, after having met Pupa for only a few minutes and listening to his plight, decided to assist him with his legal residency and a letter of recommendation to work in a factory in Chicago. In October of 1968, he arrived at the Greyhound station in downtown Chicago. Not knowing a word of English, he showed the letter to a taxi driver who took him directly to the factory and was hired on the spot earning $1.80/hour. That same day he met another angel (Toño a co-worker), who invited him to live with him and two other men. Toño, assisted him in settling in Chicago and helped him contact Muma 10 days after he left Mexico City. Pupa, once working, continued putting in long hours. In 1970 and 1972 he brought his beloved Muma and children respectively to Chicago’s Pilsen community. While in Chicago he continued to pay forward his many blessings, helping his siblings and friends migrate to Chicago and establish the Raymundo tribe that has grown into countless individuals. Several years later he became a supervisor and assisted many immigrants with employment opportunities in the same factory. He was constantly working overtime and his hourly pay eventually peaked at $12.40/hour. In 1992, he became a proud US citizen and was grateful for what this country offered him. He reluctantly retired when he was diagnosed with cancer in July 2001. He made the most of his retirement by beating cancer, traveling, reading, and having fun with family. Pupa’s favorite game, Rummikub, sparked his competitive nature, often playing for hours with anyone who challenged him, especially his grandchildren. He also enjoyed doing puzzles, carving wood figures and collecting miniature classical cars. Pupa often liked watching good soccer and boxing matches. Along with Muma, he treasured viewing Mexican films from its golden era (1950’s) and the History channel. His favorite dishes included a “Huachinango al Mojo de Ajo” (garlic red snapper) and Muma’s barbecue ribs. This past October 18, 2024, he celebrated 56 years of living in Chicago’s Pilsen and Little Village neighborhoods. For decades Pupa lived a rich life full of godsends that mushroomed into many stories of giving back, modeling family values, respect, work ethic, responsibility, accountability, honesty, and integrity. He passed this along, not only to his children but to many family members, acquaintances, friends, neighbors etc. Pupa was a simple man who lived a rich and wonderful life who together with Muma made a big difference in this world directly and through all his offsprings. Pupa’s presence will be missed but his spirit and legacy will continue with the blessings he leaves behind and through the many people he touched. Pupa is survived by his loving wife, his six children, Nacho (Lala), Kike (Lupi), Ruben (Coco), Guadalupe, Raul (MariaLuisa), and Carmen (Pablo); 18 grandchildren, 18 great-grandchildren, and countless nieces, nephews and godchildren. Please join us in celebrating the life of Jose “Pupa” Raymundo, from 4 pm to 6 pm on Friday, November 8, 2024, at St. Pius V. 1919 S. Ashland. A celebration of life mass will follow at 6 pm. In lieu of flowers, please make donations to St. Pius V Catholic Church, the parish that welcomed Pupa and Muma and the entire Raymundo family in 1972 by clicking
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José “Pupa” Raymundo 08/29/1939 – 10/29/2024 José “Pupa” Raymundo, amado esposo, padre, abuelo, bisabuelo, tío, hermano y amigo falleció rodeado de todos los que lo querían. Él y sus hermanos fueron criados por una madre soltera. Creció en la Ciudad de México, con solo una educación de 3er grado comenzó a trabajar a la edad de diez años para contribuir a su familia. A temprana edad el rumbo de su vida cambió cuando en 1952 conoció a María Guadalupe Sánchez, Muma, mientras él trabajaba para una tintorería entregando ropa planchada. Muma, trabajaba como empleada doméstica en una casa de barrio acomodado. Así fue como se conocieron cuando ella le abrió la puerta de su corazón, y se convirtió en el amor de su vida por más de 70 años. Se casaron en 1956 y este año del 2024 celebraron 68 años de matrimonio con el amor de toda su familia. Pupa era verdaderamente un hombre de familia y diligente, a menudo hacía turnos de 12 a 16 horas seis días a la semana para poner comida en la mesa para su familia inmediata y extendida. En 1968, mirando que sus largas horas no eran suficientes para mantener a su familia, decidió emigrar a Chicago, con solo $56.00 dólares, de los cuales pidió prestado para realizar su viaje. Sin saber qué esperar, Pupa se apoyó en su fe y con el amor incondicional y el soporte de su familia emprendió su viaje al norte. A lo largo de su viaje, Pupa fue ayudado por varios ángeles, comenzando en la Ciudad de México, con un caballero de nombre Mario. Este ángel, que conoció Pupa en un periodo corto de tiempo decidió ayudarlo con su residencia legal y una carta de recomendación para trabajar en una fábrica en Chicago. En octubre de 1968, comenzó su viaje hasta que llegó en un autobús a la estación Greyhound en el centro de Chicago. Sin saber una palabra de inglés, una vez en Chicago, le mostró la dirección de la carta a un taxista que lo llevó directamente a la fábrica donde seria contratado en el acto por $1.80 la hora. Luego conoció a otro ángel, Toño (un compañero de la fábrica), quien lo invitó a vivir con él y otros dos amigos. Toño, lo ayudó en su adaptación a Chicago y lo ayudó a contactar a Muma 10 días después de haber salido de México. Pupa, continuó trabajando largas horas y así en 1970 Muma se unió a él y dos años después en 1972 sus hijos, respectivamente, estableciéndose en la comunidad de Pilsen en Chicago. Mientras estuvo en Chicago, continuó devolviendo sus muchas bendiciones para ayudar a sus hermanos y amigos a emigrar a Chicago y establecer la tribu Raymundo la cual se ha convertido en innumerables individuos. Varios años después de trabajar en la fábrica, fue ascendido a supervisor, ayudando a muchos inmigrantes con oportunidades de empleo. Siempre trabajaba horas extras y sueldo por hora llego alcanzar $12.40. En 1992 se convirtió en ciudadano estadounidense, estando mu agradecido por lo que este país le ofreció. En el 2001, forzosamente se jubiló al ser diagnosticado con cáncer. Durante su jubilación, se enfoco en vencer el cáncer, viajando, leyendo y compartiendo tiempo con su familia. El juego favorito de Pupa, “Rummikub”, despertó su naturaleza competitiva, a menudo jugaba durante horas con cualquiera que lo desafiara, especialmente sus nietos. También, le gustaba hacer rompecabezas, figuritas de madera, y colectaba carritos clásicos. A Pupa le encantaba ver un buen partido de futbol y buenas peleas de boxeo. Siempre, con Muma, veía películas de la época de oro del cine Mexicano y canal de Historia. Su platillo favorito, incluía un Huachinango al Mojo de Ajo y las costillitas en “barbicu” de Muma. Este pasado 18 de octubre de 2024 celebró 56 años de vivir en este país en Chicago (Pilsen y La Villita). Durante décadas, Pupa vivió una vida rica llena de regalos del cielo que se convirtieron en muchas historias de retribución, modelando los valores familiares, el respeto, la ética de trabajo, la responsabilidad, la rendición de cuentas, la honestidad y la integridad. Lo transmitió, no solo a sus hijos, sino a muchos familiares, conocidos, amigos, vecinos, etc. Pupa era un hombre sencillo que vivió una vida rica y maravillosa. Junto con Muma marcó una gran diferencia en este mundo directamente y a través de todos sus descendientes. Extrañaremos la presencia de Pupa, pero su espíritu y su legado continuarán con las bendiciones que deja atrás y a través de las muchas personas a las cuales tocó con su amor y sencillez. A Pupa le sobreviven su amada esposa Muma, sus seis hijos, Nacho (Lala), Kike (Lupi), Rubén (Coco), Guadalupe, Raúl (MariaLuisa) y Carmen (Pablo); 18 nietos, 18 bisnietos e innumerables sobrinos y hijados. Únase a nosotros para honrar la partida de José “Pupa” Raymundo, de 4pm a 6pm el viernes 8 de noviembre de 2024, en San Pío V. 1919 S. Ashland. A continuación, se celebrará la misa en su honor empezando a las 6:00 pm En lugar de flores, por favor haga donaciones a San Pío V, la parroquia que acogió a Pupa y Muma y a toda la familia Raymundo desde 1972. Enlace: St. Pius V Catholic Church haciendo clic
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