Lorenza de la Rosa Hernandez died on March 18, 2023 in Chicago, Illinois three days shy of her 68th wedding anniversary. She died peacefully with her loving husband, Severo, at her side. She is survived by her children: David (Imelda), Israel, Francisco, Daniel (Rosa), Irma (Reinaldo), Emma (Adrian), Sara, Norma (Clem), Cecilia (Cristobal), Maria del Carmen, Fidel (Elizabeth), and Juvenal (Mayra); two sisters, Margarita and Antonia, two brothers, Manuel and Bernardo; and more than 30 grandchildren and 10 great grandchildren. She is preceded in death by her parents, Pablo and Sara, her son Fidel, and sister Modesta de la Rosa
She was born on July 7, 1934 high in the mountain valleys of Zacatecas, Mexico the third of six children. Growing up subsistence farming in the rugged mountain terrain of el Cardito during the Great Depression shaped her existence. She learned early the importance of family, perseverance through unrelenting work and hardship, and, most importantly, placing your trust in God.
She fell in love with her husband, Severo, and was married in Susticacan, Mexico on March 21, 1955. Children soon followed. Lorenza remained in Mexico with the children while Severo spent numerous seasons as a migrant farm worker in the United States. The first nine of their thirteen children were born in Mexico. Without running water or electricity, daily life was difficult. Without access to medical care, Lorenza lost her son, Fidel, to illness on July 27, 1968.
Soon after, the family moved to the United States in 1972 settling in Chicago in the Pilsen neighborhood. Her final four children were born soon thereafter.
St. Procopius Church was at the center of family life in the United States. Lorenza, her children, and eventually her grandchildren and great grandchildren, received the sacraments – baptisms, first communions, confirmations, and weddings – lots of them at the church.
At their home on Carpenter, she led the family in prayer. Before holiday meals or big celebrations, she would gather everyone to pray and give thanks to God for the many blessings bestowed on her family.
Summers were often spent back in their native Susticacan. She loved flowers. She, along with sister Antonia, would bring the patio to life with the beautiful array of flowers they would grow each summer.
Lorenza was a woman of incredible strength, faith, and beauty. She remained ever optimistic, even amongst hardship and struggle, living this life to the fullest, with great faith in the next.
In lieu of flowers or donations, gather together with family or friends and share a meal (enchiladas on Fridays were one of her favorites), say a prayer, and thank God for the blessing of today.
We will celebrate her life with a Mass of Resurrection on Saturday, March 25, 2023 at 11:00 a.m. at St. Procopius Church, (1202 West 18 th Street Corners of 18 th Street and Allport Street), Chicago. Interment to follow immediately after mass at St. Casimir Catholic Cemetery, 4401 W. 111th Street, Chicago. Visitation will be held on Friday, March 24, 2023 at St. Procopius Church from 3:00 – 9:00 p.m.
Lorenza de la Rosa Hernández murió el 18 de marzo de 2023 en Chicago, Illinois, tres días antes de su 68 aniversario de boda. Murió en paz con su amado esposo, Severo, a su lado. Le sobreviven sus hijos:David (Imelda), Israel, Francisco, Daniel (Rosa), Irma (Reinaldo), Emma (Adrián), Sara, Norma (Clem), Cecilia (Cristóbal), María del Carmen, Fidel (Elizabeth), y Juvenal (Mayra); dos hermanas, Margarita y Antonia, dos hermanos, Manuel y Bernardo; más de 30 nietos y 10 bisnietos. Le precedieron en la muerte sus padres, Pablo y Sara, su hijo Fidel y su hermana Modesta de la Rosa.
Nació el 7 de julio de 1934 en lo alto de los valles montañosos de Zacatecas, México, la tercera de seishijos. Al crecer, la agricultura de subsistencia en el áspero terreno montañoso del Cardito durante la Gran Depresión dio forma a su existencia. Ella aprendió temprano sobre la importancia de la familia, laperseverancia a través del trabajo incansable y las dificultades y, lo más importante, poner su confianza en Dios.
Se enamoró de su esposo, Severo, y se casaron en Susticacan, México, el 21 de marzo de 1955. Pronto tu vieron hijos. Lorenza permaneció en México con los niños mientras Severo paso numerosas temporadas como trabajador agrícola migrante en los Estados Unidos. Los primeros nueve de sus trece hijos nacieron en México. Sin agua corriente ni electricidad, la vida diaria era difícil. Sin acceso a atención médica, Lorenza perdió a su hijo Fidel por enfermedad el 27 de julio de 1968.
Poco después, en el 1972, la familia se mudó a los Estados Unidos instalándose en el barrio de Pilsen enChicago. Sus últimos cuatro hijos nacieron poco después. En los Estados Unidos, la iglesia de San Procopio estaba en el centro de la vida familiar. Lorenza, sus hijos, y eventualmente, sus nietos y bisnietos, recibieron los sacramentos: bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y bodas, muchos de ellos en la iglesia. Guio a su familia en oración en casa, en la calle Carpenter. Antes de las comidas festivas o las celebraciones grandes, reunía a todos para orar y dar gracias por las muchas bendiciones otorgadas a su familia. A menudo pasaba los veranos en su Susticacan natal. Ella amaba las flores y junto con su hermana Antonia, le daban vida al patio con la hermosa variedad de flores que crecían cada verano.
Lorenza fue una mujer de fuerza increíble, fe, y belleza. Siempre se mantuvo optimista, incluso entre las dificultades y la lucha, viviendo esta vida al máximo, con gran fe en la próxima. En lugar de flores o donaciones, reúnase con la familia o amigos y comparta una comida (las enchiladas de los viernes eran una de sus favoritas), rece una oración y agradezca a Dios por la bendición de hoy.
Celebraremos su vida con una Misa de Resurrección el sábado 25 de marzo de 2023 a las 11:00 a.m. en la iglesia San Procopio, 1202 West 18th Street Esquinas de la Calles 18th y Allport), Chicago. El entierro seguirá inmediatamente después de la Misa en el Cementerio Católico San Casimiro, 4401 W. 111th St., Chicago. El velorio se llevará a cabo el viernes, 24 de marzo de 2023 en la iglesia San Procopio de 3:00 p.m. a 9:00 p.m.
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes. Ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes. Ya que me proteges tanto como verdadera Madre, cúbrenos con tu manto, y haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo Amén.